Nicolau
Crono-Historiador
Sin verificar
Es esta información una adenda del apartado del hilo de la Laco, que presento aparte como adelanto, en la convicción de que servirá para cualquier tipo de relojes de aviador.
PREFACIO
Sobre los “relojes de piloto”, cuya denominación más apropiada será de Navegante, Navegador (anglicismo) e incluso Aviador y Tripulante. En puridad, en pocos casos podemos hablar de relojes de piloto.
Para informar mínimamente del tema, he tenido que darme un chapucero y rápido baño de aviación. Pido pues disculpas si meto la pata y agradecería ayuda y correcciones.
Al hablar de este tipo de relojes, tan abundantemente plagiados y reproducidos modernamente (hasta la saciedad), y/o tan alegremente clasificados como tales, imaginamos a un solitario piloto que con la sola ayuda de su reloj puede orientarse en su ruta celeste. Nada más lejos de la realidad, tal vez pudiera ser cierto en un determinado momento, pero lo dudo. Solo para competiciones deportivas y/o exhibicionismo de “dandis” de cortísimo recorrido. Sería el caso del brasileño D. Alberto Dumont y dos Santos, nieto de un importador de joyas francés radicado en Brasil, conocido como Santos Dumont, que se trasladó a Paris para estudiar Ingeniería, dilapidando la parte de su fortuna que le entregaron sus padres. Ciertamente el reloj diseñado por Cartier, no es –ni por asomo- de piloto, muy difícilmente legible y sin segundero. Estoy convencido, asimismo, que lo “del primer reloj de pulsera”, no es más que otro ardid publicitario.
Muy romántica la idea de trasladar los instrumentos de navegación marítima celeste (astro-navegación) a la esfera de un guardatiempos, lo que supone la navegación nocturna a considerable altura, resultando del todo inviable. Dichos relojes, servirían –a lo sumo- en vuelos diurnos de muy corto recorrido a ras de tierra, para funciones que ignoro, más allá de las publicitarias. Siquiera para cronometrar el tiempo de vuelo.
Gracias a la Longines (y esencialmente a su director en USA), podemos hablar de verdaderos relojes de piloto. Comenzamos por el ideado por el que sería profesor de la US Naval Academy (1961-1962), el marino D. Philip Van Horn Weems (ascendió a Capitán de Corbeta durante la II Guerra Mundial). Se trata del “Segons-Setting” producido por Longines en 1929 (Longines Weems). El reloj, diseñado cuando dirigía con su esposa la escuela de pilotos que llevaba su nombre “Weems”, inicialmente fue de pequeño tamaño (unos 33 mm), provisto de Cal. 10L (10,5´´´ = 23,3 mm), cuya función era sincronizar la hora con la señal horaria transmitida por radio (y/o antes del despegue), mediante un bisel giratorio de 60 segundos, accionado por corona. Fue evolucionando, hasta llegar a un modelo próximo al conocido como Lindbergh, con una subesfera central giratoria de 60 segundos (en los modelos finales hay tres pequeños puntos para orientación de ángulo), creciendo su tamaño, al ser provisto del mismo calibre (40 mm) que el “Angulo Horario”, cuya similitud es muy notoria. La semejanza entre ambos dichos modelos míticos de la Longines, llega hasta la misma, con frecuencia de plata. Inicialmente, llevó material fluorescente en los índices, eliminándose en los modelos posteriores. Siempre con segundero central. La Longines sirvió unidades a las fuerzas armadas de USA (Aire y Mar). Y, ya con calibre 12.68N a la Royal Air sobre 1938.
Pero queda claro que D. Charles Lindbergh (cuyo diseño no es más que evolución del Weems), no utilizó su “Angulo Horario”, el Longines “Lindbergh-hour Angle”, presentado al público en 1931 (comercializado en 1937), si no un simple y llano Bulova. El “Lone Aegle” (ala solitaria).
Para no cargar el hilo, Vide:
He dejado amplio testimonio gráfico de la evolución del Weems, para acreditar la continuidad –también comercial- entre ambos modelos de la Longines. El Lindnergh, no nació por generación espontánea.
El avión del Sr. Lindnergh (que se había formado como correo aéreo), un antiguo avión militar en desuso, que bautizó con el nombre de Spirit of St. Louis, iba provisto de los pertinentes instrumentos de navegación de la época.
Vide la cabina del piloto, adecuada para el largo recorrido ¿?? con sustitución de la silla. También el atuendo; el “mono” característico de los pilotos y sus guantes de navegación para protegerse del frío cuando se volaba a considerable altura. Imposible una mirada rápida al reloj con tal vestimenta y no hablemos accionar la corona. Era necesario desprenderse de los guantes y buscar el reloj entre el ropaje, a pesar de su tamaño, en los modelos que tratamos.
El logotipo del reloj alado, se debe al propio Ernest Francillon, coincidente con la exposición universal de París en 1867, en donde consiguió una medalla de bronce por su innovación. El diseño del reloj con ángulo horario, es empeño de John Heinmüller, Presidente de la Asociación Internacional de Aviación y “casualmente”, director de la Longines-Wittnauer Watch Co. en USA. El ejemplar, debido más al calibre utilizado, que a su esfera (como he leído en diversos hilos), que repito es el mismo que los Weemps de producción tardía, es de considerable tamaño (47,5 mm). Tiene un dispositivo para sincronizar los segundos con una señal horaria (espacio central de la esfera, accionable mediante la corona). El bisel giratorio estaba provisto de una subdivisión en 15 grados de ángulo para ser ajustado al giro del globo terráqueo (15 grados hora = 360 grados 24 horas) con sus pertinentes subdivisiones (15, 30, 45 minutos). Además de la escala de 12 horas, la esfera principal fue provista de una subdivisión en 180 grados (rotación de la Tierra durante 12 horas). La subesfera central giratoria, lleva otra división de 60 segundos y los indicados 15 grados (giro/hora). Ajustando la señal horaria, teniendo en cuenta los datos del almanaque náutico y los grados de latitud obtenidos por el sextante, se podía leer el grado de longitud. Fue provisto del Cal. 18.69N, con base en un movimiento de reloj de bolsillo de 18 líneas (40mm). Rompe la esfera con toda la tradición de los relojes de piloto al ser provista de números romanos, difícilmente legibles y sin material luminiscente.
LACO B-Uhr
I.- Su función y ubicación en el tiempo.
Dejamos los relojes de piloto y entramos en los de aviador/tripulante/navegante, en concreto en los de Observador/Navigator.
El término Observador (Air Observer, Navigator), parece ser una expresión acuñada durante la I Guerra Mundial en el Reino Unido, con origen en la Royal Flynig Corps, y mantenida por la Royal Air. En la actualidad solo sigue en uso para el copiloto de los Helicópteros de la Policía. Obviamente, en un principio, tal denominación fue para el copiloto/navegante de las aeronaves de reconocimiento (en la insignia llevaban una sola ala), pasando tal designación -durante la II Guerra Mundia-l al navegante/bombardero, que solía ser el copiloto y era el encargado de afinar la puntería, decidiendo el momento en que se debía soltar la carga. Para este menester, sí se utilizaron los relojes de Observador, ya que el objetivo se fijada por cálculo de velocidad, distancia, tiempo. Se ensayó la utilización de ondas de radio, prontamente distorsionadas por los aliados, dado su sistema primitivo.
No son relojes de piloto. Toda la tripulación estaba provista de ellos. La tripulación de un bombardero medio/grande era de cinco militares. Para poner un ejemplo, el más popular de ellos, el He 111, estuvo formada de 4 a 6 tripulantes, según la época y modelo. La tripulación, independientemente del piloto (y segundo piloto) estaba integrada por artilleros (pongamos, ya que cambia según el modelo, hasta 7 metralletas en zona dorsal, zona ventral y un cañón automático en la nariz en las versiones B2, E1 Y E3), navegante/bombardero y radiotelegrafista. El mismo tripulante podía realizar diversas funciones, incompatibles -en principio- con las funciones de artilleros de la zona ventral y por supuesto de piloto.
En cuanto al número de bombas, unas 8 bombas en la bodega (peso aproximado de cada una unos 250 Kg) y hasta diez en los soportes externos. Lo he puesto de ejemplo por la curiosidad de haberse fabricado unidades en España por CASA bajo licencia alemana (amén de haber sido utilizados en la Guerra Civil y largamente en la postguerra), por ser el más conocido de los bombarderos alemanes de la II Guerra Mundial (ya con su característica cañon en la proa acristalada) y por ser un supuesto de transformación de un avión civil de pasajeros (10) y transporte de mercancías, en avión militar.
Su autonomía de vuelo, para hacernos una idea, podemos establecerla en 2.300 Km.
Hablamos, pues al referirnos a la los Laco Observador, de relojes de tripulación, todos los tripulantes iban provistos de él. Eran propiedad del Estado, formaban parte del equipo de la tripulación y eran servidos y retirados después de cada vuelo, conservándose de esta manera en buenas condiciones.
En este caso, sí, se justifica el tamaño del reloj, que iba sobre el “mono” en la muñeca e incluso en el muslo para ser rápidamente leído, de ahí que sus correas eran extremadamente largas.
Finalizo, aportando imágenes gráficas de la cabina de pilotos para dar cuenta no solo de los instrumentos de navegación, también de la peculiaridad de la cabina de los He 111, evolucionados con cañón de proa. El artillero se colocaba en el poco espacio disponible de la zona acristalada, en una postura claramente incómoda. El cuadro de mandos, tuvo que adaptarse. La primera imagen se corresponde a un avión convencional, la segunda ya es de un He 111A. El modelo de evolución, con proa acristalada y sin cañón automático en ella.
II.- ORIGEN DE LA LUFTWAFFE
Poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial (establecemos las fechas aproximadas 1939-1945), disuelta la República de Weimar -formalmente Deutsches Reich (Imperio Alemán)-, dentro Tercer Reich (III Imperio), la Laco sirvió a las fuerzas bélicas alemanas. Resultando hoy, uno de sus modelos más buscados.
El encargo lo recibió del Wehrmacht (“Fuerzas de Defensa”) para la Luftwaffe (Arma Aérea), se trata de los Beobachtungsuhr (B-Uhr), empleados por los navegantes en los bombarderos de la Lufftwaffe durante la 2ª Guerra mundial.
Y aprovecho para insertar una nota curiosa sobre la Luftwaffe, que en realidad es anterior al Wehrmacht, fue creada en pleno Reichswehr (Defensa Nacional) en 1924 y totalmente reorganizada en 1935 por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (1933-45).
Las especificaciones de –estos- relojes para tripulantes de vuelo de la Luftwaffe, se hallan en la normativa FL 23883 del Reich-Luftjahrtministerium/RLM (Ministerio del Aire…) del año 1936. He indicado lo anterior y lo que voy a mencionar acto seguido, para desechar otras fechas que van circulando por la red, que pretenden de la existencia de estos relojes, cuando siquiera había nacido ni oficial ni extraoficialmente la nueva aviación alemana.
Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, solo se permitió al Imperio Alemán, fuerzas defensivas. El embrión de lo que será la (nueva) Lufftwaffe, se ubica en la ciudad rusa de Lípetsk (Липецк) capital del óblast homónimo, a orillas del Voronezh, distante unos 483 Km al suroeste de Moscú, en donde por el Tratado de Rapallo (1922) se permitió a los alemanes construir un aeropuerto. Los rusos precisaban tecnología y los alemanes instalaciones de entrenamiento fuera de sus fronteras. El capital humano surgió de la Deutschen Lufifahrt-Verban-de V (Asociación de Pilotos Alemanes), integrada por pilotos deportivos (vuelo sin motor) y en menor medida por la aviación civil. Los aviones enviados fueron cazas Fokker D.XIII, construidos en los Países Bajos.
Se permitió a la empresa aeronáutica Junkers abrir una fábrica en Fili, con el propósito de servir a los soviéticos, autorizándose, asimismo, la entrega de diseños a la base de Lípetsk. Las instalaciones permanecieron abiertas hasta 1933, formándose más de 100 pilotos, ninguno de bombardeo, solo para apoyo de unidades de tierra.
La otra fuente de la que se nutriría la Lufftwaffe fue la aviación civil. Se permitió la fusión de una gran cantidad de compañías aéreas creadas a partir de 1918, y en enero de 1926 se creó la Lufthansa (Líneas Aéreas de Hansa, en alusión a la Liga Hanseática), con una flota inicial de unos 160 aviones. La flota creció rápidamente hasta convertirse en la compañía aérea más importante de Europa. Lo que supuso un gran desarrollo de la industria aeronáutica alemana (civil), con los aviones más modernos del continente, que fueron transformados y servidos en sus inicios por la Lufthansa a la Luftwaffe como aviones de transporte de tropas y de bombardeo.
Finalizo este apartado, recordando que la ciudad de Lípetsk, a pesar de estar ubicada en plena línea ofensiva alemana, no sufrió un solo rasguño durante la II Guerra Mundial. Nada que ver con unos supuestos intereses personales de D. Hermann Wilhelm Göring ni siquiera de D. Adolf Hitler, simplemente se recordaba como ciudad de culto por los pilotos alemanes. Los primeros oficiales, pertenecían en una mayoría a las clases altas del Imperio, cuya tradición militar se mantenía e integraron en considerable número la antigua "Asociación de Pilotos Alemanes".
PREFACIO
Sobre los “relojes de piloto”, cuya denominación más apropiada será de Navegante, Navegador (anglicismo) e incluso Aviador y Tripulante. En puridad, en pocos casos podemos hablar de relojes de piloto.
Para informar mínimamente del tema, he tenido que darme un chapucero y rápido baño de aviación. Pido pues disculpas si meto la pata y agradecería ayuda y correcciones.
Al hablar de este tipo de relojes, tan abundantemente plagiados y reproducidos modernamente (hasta la saciedad), y/o tan alegremente clasificados como tales, imaginamos a un solitario piloto que con la sola ayuda de su reloj puede orientarse en su ruta celeste. Nada más lejos de la realidad, tal vez pudiera ser cierto en un determinado momento, pero lo dudo. Solo para competiciones deportivas y/o exhibicionismo de “dandis” de cortísimo recorrido. Sería el caso del brasileño D. Alberto Dumont y dos Santos, nieto de un importador de joyas francés radicado en Brasil, conocido como Santos Dumont, que se trasladó a Paris para estudiar Ingeniería, dilapidando la parte de su fortuna que le entregaron sus padres. Ciertamente el reloj diseñado por Cartier, no es –ni por asomo- de piloto, muy difícilmente legible y sin segundero. Estoy convencido, asimismo, que lo “del primer reloj de pulsera”, no es más que otro ardid publicitario.
Muy romántica la idea de trasladar los instrumentos de navegación marítima celeste (astro-navegación) a la esfera de un guardatiempos, lo que supone la navegación nocturna a considerable altura, resultando del todo inviable. Dichos relojes, servirían –a lo sumo- en vuelos diurnos de muy corto recorrido a ras de tierra, para funciones que ignoro, más allá de las publicitarias. Siquiera para cronometrar el tiempo de vuelo.
Gracias a la Longines (y esencialmente a su director en USA), podemos hablar de verdaderos relojes de piloto. Comenzamos por el ideado por el que sería profesor de la US Naval Academy (1961-1962), el marino D. Philip Van Horn Weems (ascendió a Capitán de Corbeta durante la II Guerra Mundial). Se trata del “Segons-Setting” producido por Longines en 1929 (Longines Weems). El reloj, diseñado cuando dirigía con su esposa la escuela de pilotos que llevaba su nombre “Weems”, inicialmente fue de pequeño tamaño (unos 33 mm), provisto de Cal. 10L (10,5´´´ = 23,3 mm), cuya función era sincronizar la hora con la señal horaria transmitida por radio (y/o antes del despegue), mediante un bisel giratorio de 60 segundos, accionado por corona. Fue evolucionando, hasta llegar a un modelo próximo al conocido como Lindbergh, con una subesfera central giratoria de 60 segundos (en los modelos finales hay tres pequeños puntos para orientación de ángulo), creciendo su tamaño, al ser provisto del mismo calibre (40 mm) que el “Angulo Horario”, cuya similitud es muy notoria. La semejanza entre ambos dichos modelos míticos de la Longines, llega hasta la misma, con frecuencia de plata. Inicialmente, llevó material fluorescente en los índices, eliminándose en los modelos posteriores. Siempre con segundero central. La Longines sirvió unidades a las fuerzas armadas de USA (Aire y Mar). Y, ya con calibre 12.68N a la Royal Air sobre 1938.
Pero queda claro que D. Charles Lindbergh (cuyo diseño no es más que evolución del Weems), no utilizó su “Angulo Horario”, el Longines “Lindbergh-hour Angle”, presentado al público en 1931 (comercializado en 1937), si no un simple y llano Bulova. El “Lone Aegle” (ala solitaria).
Para no cargar el hilo, Vide:
He dejado amplio testimonio gráfico de la evolución del Weems, para acreditar la continuidad –también comercial- entre ambos modelos de la Longines. El Lindnergh, no nació por generación espontánea.
El avión del Sr. Lindnergh (que se había formado como correo aéreo), un antiguo avión militar en desuso, que bautizó con el nombre de Spirit of St. Louis, iba provisto de los pertinentes instrumentos de navegación de la época.
Vide la cabina del piloto, adecuada para el largo recorrido ¿?? con sustitución de la silla. También el atuendo; el “mono” característico de los pilotos y sus guantes de navegación para protegerse del frío cuando se volaba a considerable altura. Imposible una mirada rápida al reloj con tal vestimenta y no hablemos accionar la corona. Era necesario desprenderse de los guantes y buscar el reloj entre el ropaje, a pesar de su tamaño, en los modelos que tratamos.
El logotipo del reloj alado, se debe al propio Ernest Francillon, coincidente con la exposición universal de París en 1867, en donde consiguió una medalla de bronce por su innovación. El diseño del reloj con ángulo horario, es empeño de John Heinmüller, Presidente de la Asociación Internacional de Aviación y “casualmente”, director de la Longines-Wittnauer Watch Co. en USA. El ejemplar, debido más al calibre utilizado, que a su esfera (como he leído en diversos hilos), que repito es el mismo que los Weemps de producción tardía, es de considerable tamaño (47,5 mm). Tiene un dispositivo para sincronizar los segundos con una señal horaria (espacio central de la esfera, accionable mediante la corona). El bisel giratorio estaba provisto de una subdivisión en 15 grados de ángulo para ser ajustado al giro del globo terráqueo (15 grados hora = 360 grados 24 horas) con sus pertinentes subdivisiones (15, 30, 45 minutos). Además de la escala de 12 horas, la esfera principal fue provista de una subdivisión en 180 grados (rotación de la Tierra durante 12 horas). La subesfera central giratoria, lleva otra división de 60 segundos y los indicados 15 grados (giro/hora). Ajustando la señal horaria, teniendo en cuenta los datos del almanaque náutico y los grados de latitud obtenidos por el sextante, se podía leer el grado de longitud. Fue provisto del Cal. 18.69N, con base en un movimiento de reloj de bolsillo de 18 líneas (40mm). Rompe la esfera con toda la tradición de los relojes de piloto al ser provista de números romanos, difícilmente legibles y sin material luminiscente.
LACO B-Uhr
I.- Su función y ubicación en el tiempo.
Dejamos los relojes de piloto y entramos en los de aviador/tripulante/navegante, en concreto en los de Observador/Navigator.
El término Observador (Air Observer, Navigator), parece ser una expresión acuñada durante la I Guerra Mundial en el Reino Unido, con origen en la Royal Flynig Corps, y mantenida por la Royal Air. En la actualidad solo sigue en uso para el copiloto de los Helicópteros de la Policía. Obviamente, en un principio, tal denominación fue para el copiloto/navegante de las aeronaves de reconocimiento (en la insignia llevaban una sola ala), pasando tal designación -durante la II Guerra Mundia-l al navegante/bombardero, que solía ser el copiloto y era el encargado de afinar la puntería, decidiendo el momento en que se debía soltar la carga. Para este menester, sí se utilizaron los relojes de Observador, ya que el objetivo se fijada por cálculo de velocidad, distancia, tiempo. Se ensayó la utilización de ondas de radio, prontamente distorsionadas por los aliados, dado su sistema primitivo.
No son relojes de piloto. Toda la tripulación estaba provista de ellos. La tripulación de un bombardero medio/grande era de cinco militares. Para poner un ejemplo, el más popular de ellos, el He 111, estuvo formada de 4 a 6 tripulantes, según la época y modelo. La tripulación, independientemente del piloto (y segundo piloto) estaba integrada por artilleros (pongamos, ya que cambia según el modelo, hasta 7 metralletas en zona dorsal, zona ventral y un cañón automático en la nariz en las versiones B2, E1 Y E3), navegante/bombardero y radiotelegrafista. El mismo tripulante podía realizar diversas funciones, incompatibles -en principio- con las funciones de artilleros de la zona ventral y por supuesto de piloto.
En cuanto al número de bombas, unas 8 bombas en la bodega (peso aproximado de cada una unos 250 Kg) y hasta diez en los soportes externos. Lo he puesto de ejemplo por la curiosidad de haberse fabricado unidades en España por CASA bajo licencia alemana (amén de haber sido utilizados en la Guerra Civil y largamente en la postguerra), por ser el más conocido de los bombarderos alemanes de la II Guerra Mundial (ya con su característica cañon en la proa acristalada) y por ser un supuesto de transformación de un avión civil de pasajeros (10) y transporte de mercancías, en avión militar.
Su autonomía de vuelo, para hacernos una idea, podemos establecerla en 2.300 Km.
Hablamos, pues al referirnos a la los Laco Observador, de relojes de tripulación, todos los tripulantes iban provistos de él. Eran propiedad del Estado, formaban parte del equipo de la tripulación y eran servidos y retirados después de cada vuelo, conservándose de esta manera en buenas condiciones.
En este caso, sí, se justifica el tamaño del reloj, que iba sobre el “mono” en la muñeca e incluso en el muslo para ser rápidamente leído, de ahí que sus correas eran extremadamente largas.
Finalizo, aportando imágenes gráficas de la cabina de pilotos para dar cuenta no solo de los instrumentos de navegación, también de la peculiaridad de la cabina de los He 111, evolucionados con cañón de proa. El artillero se colocaba en el poco espacio disponible de la zona acristalada, en una postura claramente incómoda. El cuadro de mandos, tuvo que adaptarse. La primera imagen se corresponde a un avión convencional, la segunda ya es de un He 111A. El modelo de evolución, con proa acristalada y sin cañón automático en ella.
II.- ORIGEN DE LA LUFTWAFFE
Poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial (establecemos las fechas aproximadas 1939-1945), disuelta la República de Weimar -formalmente Deutsches Reich (Imperio Alemán)-, dentro Tercer Reich (III Imperio), la Laco sirvió a las fuerzas bélicas alemanas. Resultando hoy, uno de sus modelos más buscados.
El encargo lo recibió del Wehrmacht (“Fuerzas de Defensa”) para la Luftwaffe (Arma Aérea), se trata de los Beobachtungsuhr (B-Uhr), empleados por los navegantes en los bombarderos de la Lufftwaffe durante la 2ª Guerra mundial.
Y aprovecho para insertar una nota curiosa sobre la Luftwaffe, que en realidad es anterior al Wehrmacht, fue creada en pleno Reichswehr (Defensa Nacional) en 1924 y totalmente reorganizada en 1935 por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (1933-45).
Las especificaciones de –estos- relojes para tripulantes de vuelo de la Luftwaffe, se hallan en la normativa FL 23883 del Reich-Luftjahrtministerium/RLM (Ministerio del Aire…) del año 1936. He indicado lo anterior y lo que voy a mencionar acto seguido, para desechar otras fechas que van circulando por la red, que pretenden de la existencia de estos relojes, cuando siquiera había nacido ni oficial ni extraoficialmente la nueva aviación alemana.
Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, solo se permitió al Imperio Alemán, fuerzas defensivas. El embrión de lo que será la (nueva) Lufftwaffe, se ubica en la ciudad rusa de Lípetsk (Липецк) capital del óblast homónimo, a orillas del Voronezh, distante unos 483 Km al suroeste de Moscú, en donde por el Tratado de Rapallo (1922) se permitió a los alemanes construir un aeropuerto. Los rusos precisaban tecnología y los alemanes instalaciones de entrenamiento fuera de sus fronteras. El capital humano surgió de la Deutschen Lufifahrt-Verban-de V (Asociación de Pilotos Alemanes), integrada por pilotos deportivos (vuelo sin motor) y en menor medida por la aviación civil. Los aviones enviados fueron cazas Fokker D.XIII, construidos en los Países Bajos.
Se permitió a la empresa aeronáutica Junkers abrir una fábrica en Fili, con el propósito de servir a los soviéticos, autorizándose, asimismo, la entrega de diseños a la base de Lípetsk. Las instalaciones permanecieron abiertas hasta 1933, formándose más de 100 pilotos, ninguno de bombardeo, solo para apoyo de unidades de tierra.
La otra fuente de la que se nutriría la Lufftwaffe fue la aviación civil. Se permitió la fusión de una gran cantidad de compañías aéreas creadas a partir de 1918, y en enero de 1926 se creó la Lufthansa (Líneas Aéreas de Hansa, en alusión a la Liga Hanseática), con una flota inicial de unos 160 aviones. La flota creció rápidamente hasta convertirse en la compañía aérea más importante de Europa. Lo que supuso un gran desarrollo de la industria aeronáutica alemana (civil), con los aviones más modernos del continente, que fueron transformados y servidos en sus inicios por la Lufthansa a la Luftwaffe como aviones de transporte de tropas y de bombardeo.
Finalizo este apartado, recordando que la ciudad de Lípetsk, a pesar de estar ubicada en plena línea ofensiva alemana, no sufrió un solo rasguño durante la II Guerra Mundial. Nada que ver con unos supuestos intereses personales de D. Hermann Wilhelm Göring ni siquiera de D. Adolf Hitler, simplemente se recordaba como ciudad de culto por los pilotos alemanes. Los primeros oficiales, pertenecían en una mayoría a las clases altas del Imperio, cuya tradición militar se mantenía e integraron en considerable número la antigua "Asociación de Pilotos Alemanes".
Grupo de Pilotos Alemanes en el Casino de Lípetsk 1931
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